El niño que jugaba con la luna

Este libro contiene el testimonio vivo de un hombre que, en un gesto nada frecuente de valor, decidió relatar su «viaje al fondo de le noche del alcoholismo» y su regreso a la luz, ayudado por la fe y, sobre todo, por el amor de unos seres humanos que habían recorrido el mismo camino.

Es el testimonio del jesuita AIMÉ DUVAL, que en la década de 1960 creó una auténtica canción religiosa de inspiración popular con la que alcanzó un éxito sin precedentes y que, de pronto, desapareció de la escena sin que nadie supiera dar una explicación.

Después de casi quince años el propio P. Duval desveló el misterio en un libro que sigue impactando por su hondura y su sinceridad, sin moralismos trasnochados. Un libro que narra la larga muerte y la costosa vuelta a la vida de un hombre con unas inmensas ganas de vivir y de hacer vivir a otras personas que puedan hallarse en su misma situación.

En definitiva, un canto de esperanza, de vida y de amistad.