Inteligencia emocional 7

Las emociones son la base de las personas. Somos lo que sentimos, lo que pensamos y lo que hacemos. Según siento y pienso, así actúo. A veces, sentir y pensar van de la mano. Otras veces, el mundo emocional se complica y lo que siento es completamente opuesto a lo que pienso. A menudo, hay veces en las que siento de una manera y conscientemente sé que no debería sentir así. Es frecuente tener la sensación de que mis emociones son como el tornado que arrastró a Dorothy y a Toto al mundo de Oz: se mueven de manera independiente y arrasan con todo aquello que se encuentran en su camino.

Esta colección está enfocada como un Programa de Educación Emocional, en el que, a través de los diferentes cuadernos, se interviene y se educa de una manera concreta y divertida sobre las grandes familias emocionales y las conexiones entre ellas.

La aversión es una emoción tan amplia como potente. Además de los componentes de su familia, como pueden ser la repugnancia, la animadversión, o el desprecio, lleva a menudo aparejadas emociones que provocan malestar -como la ira, el miedo, el odio, la humillación y la culpa entre otras- y actuaciones que van desde la disminución de la autoestima, el retraimiento o la huida, hasta conductas que pueden comprometer y poner en peligro la propia vida o la de los demás. Temas como el acoso, la violencia, la xenofobia y cómo afrontarlos y conceptos como los juicios, las exigencias, las quejas y las acusaciones como manera de eximir de responsabilidad, son material de trabajo para hacer de nuestras relaciones interacciones más satisfactorias. Reflexiona y encuentra tus respuestas en este cuaderno.