Queda lejos la percepción del aprendiz como alguien que de manera pasiva interioriza unos contenidos concretos. El mismo Marco común europeo de referencia para el aprendizaje, la enseñanza y la evaluación de las lenguas del Consejo de Europa define al aprendiz de lenguas como un “agente social”. El foco de atención se sitúa, por lo tanto, en la acción y el aprendiz se considera como alguien que interactúa con el medio. Acompañar la interacción y ayudar a reflexionar sobre ella son los retos del docente que se propone el desarrollo de la competencia comunicativa de todos sus alumnos. La lengua y la literatura constituyen en este desarrollo uno de los pilares para la expresión, la comunicación y la construcción del pensamiento.
Los contenidos de la obra se presentan teniendo en cuenta el aprendizaje basado en el estudio de casos, la resolución de problemas y la práctica reflexiva. Así, todos los capítulos parten de la presentación de una experiencia para analizar y dilucidar los aspectos que son relevantes en los procesos de enseñanza y de aprendizaje de la lengua y la literatura. Siguen con un apartado de saberes de referencia y con los conceptos clave que a modo de glosario destacan y sintetizan las nociones más importantes. Todos los capítulos se cierran con referencias para saber más y con una propuesta de actividades para consolidar los contenidos.