Para enseñar ciencias en primaria no basta con saber los contenidos de ciencias. Ni con saber unas cuantas técnicas para enseñar. Ni con tener ciertas características personales (paciencia, empatía, amabilidad…). Para enseñar ciencias en primaria hay que estar dispuestos a poner en cuestión los estereotipos tradicionales sobre la ciencia y sobre su enseñanza y aprendizaje, entre otras razones porque todos hemos pasado por el sistema escolar como estudiantes y nos hemos impregnado de ellos sin ser conscientes. Estos estereotipos se han de comparar críticamente con las teorías y las prácticas innovadoras, fruto de la investigación didáctica y de la experiencia docente de calidad. Los cambios que surjan de este contraste hay que ponerlos en práctica, analizarlos y mejorarlos progresivamente. Así se aprende a enseñar ciencias de manera profesional. Ese es el proceso que los autores pretendemos facilitar, lo que hacemos en nuestras clases de la Facultad de Educación y el sentido básico de este manual, que da respuesta al problema central de la formación inicial: ¿qué conocimiento práctico profesional tiene que tener un maestro para enseñar ciencias hoy? Para ello nos apoyamos en los avances de la didáctica de las ciencias experimentales como disciplina que ofrece propuestas fundamentadas de intervención para mejorar la educación científica de la ciudadanía y la formación del profesorado.