La educación de los alumnos debe plantearse como un medio para que aprendan a desenvolverse con autonomía y responsabilidad en la comunidad, en el hogar y en el trabajo. Y ello es válido para todos los alumnos, con y sin discapacidad. Que conozcan y se impliquen en los diferentes ámbitos y oportunidades que ofrece la comunidad (en lo cultural, en lo deportivo, en lo institucional, en lo lúdico, etc.), compartir momentos agradables en actividades recreativas o de ocio, con personas, que organicen su tiempo dentro de su vivienda, que desempeñen trabajos en el mundo laboral integrado, etc., son algunas de las condiciones necesarias para desarrollar una adecuada inclusión de las personas con discapacidad.