A veces mamá tiene truenos en la cabeza: habla muy alto y aprieta los dientes. A veces tiene nubes en la cabeza: se le olvida ponerme el almuerzo y llegamos tarde a los cumples. Otras veces tiene un arcoíris en la cabeza: canta en el coche y me da muchos besos. ¿Es posible que yo también tenga truenos, nubes y arcoíris en la cabeza?
Un relato que nos ayuda a entender las emociones y a convivir con ellas.