"Llorón", "quisquilloso", "mimado", "maniático"... son algunos de los apelativos que a menudo reciben los niños altamente senbiles.
La alta sensibilidad es un rasgo de personalidad que comparte en torno al 15% de la población, y que se hace visible desde los primeros meses de vida. Los NAS son muy sensibles a los estímulos sensoriales (tejidos, ruidos, multitudes...), empáticos, analíticos, y pueden ser muy reactivos a los estímulos.
Conocer los rasgos y características de los niños altamente sensibles te ayudará a comprender sus comportamientos, entender sus necesidades y la mejor manera de acompañarles en su crecimiento para que se desarrollen en plenitud.
La sensibilidad es un don, pero también puede convertirse en un regalo envenado. Las personas altamente sensibles son más vulnerables a sufrir ansiedad o depresión, por ello es tan importante que el niño crezca en un entorno respetuoso que sepa guiarle y acompañarle para que se convierta en un adulto equilibrado y feliz.