Es la capacidad de generar nuevos pensamientos e ideas cuya aplicación se puede llevar a cualquier orden de la vida. Implica sobre todo creatividad, como facultad capaz de movilizar la originalidad, la facultad de construir pensamientos nuevos. Esa originalidad no tiene límites ni fronteras y aunque puede tener un carácter innato, sigue determinadas reglas en las que puede entrenarse y movilizar en cierta forma la capacidad creativa. Se trata de potenciar la imaginación, de huir de lo rutinario y de lo tradicional, de aquello que es habitual.
Este tipo de pensamiento no suele formar parte del currículo escolar y se suele dejar en manos de la improvisación. Por estos motivos, cada día cobra mayor importancia el entrenamiento en estos modelos de pensamiento para los que las nuevas tecnologías pueden desempeñar una inestimable colaboración.