La pregunta que da título al presente volumen proyecta su perplejidad sobre un territorio teórico vastísimo, casi inabarcable: la acción humana. Pero la pregunta en cuanto tal incorpora ya, desde su misma formulación, un convencimineto, a saber, el de que hay que buscar en el horizonte de los protagonistas de la acción (llámeseles sujetos, agentes o de cualquier otra forma) los elementos que nos proporcionarán la clave para la comprensión de cuanto nos ocurre. Dicho convencimiento opera a modo de idea reguladora: dirige el recorrido del discurso, lo orienta en dirección al sentido. La sensibilidad hacia el quién de la acción ofrece, además, el beneficio secundario de permitir tender puentes entre la tradición analítica (que ha sido la que, sin duda, ha planteado en las últimas décadas estos temas de manera más rigurosa y sistemática) yotras perspectivas operantes en la filosofía contemporánea.