Un alegato a favor de una educación pública, moderna y emancipadora, de enfoque humanista y con un papel clave reservado a la Filosofía.
Emilio Lledó, uno de los más relevantes pensadores españoles de nuestro tiempo, ha situado la educación en el centro de su filosofía, y el ideal pedagógico que defiende se alimenta, por supuesto, de unos sólidos cimientos filosóficos con especial atención en la filosofía griega clásica, el lenguaje y la memoria, pero también de una larga experiencia en las aulas.
Lledó, a favor de una educación pública «que haga desaparecer las azarosas e injustas diferencias que necesariamente impone la sociedad», defiende también una organización moderna e interdisciplinaria —no asignaturesca— de los conocimientos, reflexiona sobre la escuela y la universidad, la identidad, la necesidad de cultivar el lenguaje, los peligros de la obsesión tecnológica y la paulatina desaparición de las Humanidades.
«En la raíz de la palabra "educación" está un verbo latino que significa "guiar", "conducir"; pero también sacar algo de alguien: guiar, pues, y desarrollar lo que yace en el fondo originario de cada naturaleza que es dinamismo, posibilidad, evolución, progreso.»
EMILIO LLEDÓ (Sevilla, 1927) estudió filosofía y filología clásica en las universidades de Madrid y Heidelberg, donde enseñó de 1956 a 1962. Ha sido catedrático de instituto en Valladolid, y en las universidades de La Laguna, Barcelona y UNED de Madrid. En 1988 fue nombrado fellow del Wissenschaftskolleg (Instituto de Estudios Avanzados) de Berlín, y en 1990 se le concedió el Premio Alexander von Humboldt de la RFA, de la que tiene también la Cruz del Mérito. En 1992 recibió el Premio Nacional de Literatura (Ensayo), y desde 1994 es miembro de la RAE. Entre sus publicaciones cabe destacar: Filosofía y lenguaje (1970), Lenguaje e historia (1978; Taurus, 1996), La memoria del Logos (1984; Taurus, 1996, 2015), El epicureísmo (Taurus, 1984, 2014), Memoria de la ética (Taurus, 1994,2015), Imágenes y palabras (Taurus, 1998, 2017) y Elogio de la infelicidad (2005). En 2014 fue galardonado con el Premio Nacional de las Letras Españolas, y en 2015 con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades.