La mayoría de los niños que han sufrido abusos sexuales se muestran afectados negativamente por la experiencia. Y, lo que es más importante, el daño generado suele continuar en la edad adulta si no reciben un tratamiento psicológico adecuado. La frecuente necesidad de una intervención clínica es precisamente el hilo conductor de este libro, que se centra en los aspectos psicopatológicos y las propuestas de evaluación y tratamiento.