La meditación, práctica vinculada a la espiritualidad desde tiemops inmemoriales, adaptada al mundo occidental, ha pasado a desempeñar en sus practicantes un papel de autoconocimiento, autocontrol y equilibrio mental, factores importantes en el mundo actual.
Los estudios realizados en la meditación tipo mindfulness o atención plena han demostrado esta capacidad del cerebro llamada neuroplasticidad, que hace posible preservar áreas importantes de la corteza cerebral, como el hipocampo, retrasando el envejecimiento cerebral. Las investigaciones han registrado efectos genéticos y epigenéticos favorables que contribuyen a una mejor salud física y psíquica.
Se han obtenido con esta práctica beneficios en afecciones físicas y psíquicas, con reducción de la medicación y la consiguiente reducción del gasto sanitario.
Con todas estas ventajas, la meditación puede contribuir a un mundo mejor.