¿Existe una conexión entre la salud psicológica y el desarrollo espiritual, entre integración sana y santa? Hoy en día ese interrogante es objeto de un vivo debate.
La idea central de este libro es que el crecimiento espiritual y el psicológico van de la mano. Ni una espiritualidad que ignore la dinámica de una maduración psicológica, ni una psicología que niegue la naturaleza espiritual de la condición humana servirán como guías adecuadas a las personas que anhelan vivir con mayor armonía e integración. La espiritualidad que aquí se presenta es “holística” en la medida en que reconoce la interrelación dinámica entre nuestro yo psicológico y el espiritual, entre nuestra búsqueda de lo psicológicamente sano y nuestro deseo de lo espiritualmente santo.
Los autores subrayan la importancia del conocimiento de sí para la maduración psicológica y espiritual y abordan algunos de los mayores impedimentos que hoy tenemos para crecer de manera sana y santa: la sombra, la codependencia, el perfeccionismo, la envidia y el exceso de trabajo. En la medida en que aumente la conciencia de nosotros y de los demás, mayor será la madurez de que gocemos como personas creadas para amar y ser amadas.