Muchos libros de autoayuda sostienen que podemos conseguir cualquier meta que nos propongamos, incluida la felicidad; otros pretenden paliar el sufrimiento que nos invade cuando no lo logramos. Sin embargo, la verdadera ayuda no consiste en hacer lo que otros nos dicen, sino en aprender a desarrollar el pensamiento crítico, desde nuestras circunstancias, con nuestra perspectiva, y tomar nuestras propias decisiones. El arte de pensar es conocer las circunstancias que nos rodean y saber interpretar adecuadamente el contexto. Una vez dominados estos dos instrumentos, las decisiones en torno a nuestro proyecto de vida tendrán muchas más probabilidades de éxito.
El pensamiento crítico es un ejercicio mental que se practica a cualquier edad y que se perfecciona a medida que uno logra desprenderse de los prejuicios y malos hábitos adquiridos a lo largo de la vida.