"Ese mundo que, viniendo de París, habríaamos descubierto en Caracas en 1980, no somos nosotros, de París, quienes lo hemso creado. Es la obra de un asombroso argentino, Oscar Masotta, gracias a quien la enseñanza de Lacan conoció una difusión que se extendió a todo el mundo hispánico, durante los años setenta, sin que Lacan interviniera en ello más que haciendo de Masotta un miembro de la Escuela Freudiana de París" (Jacques-Alain Miller).