La postura crítica que los autores presentan en estas páginas busca lograr un cambio en la manera de concebir la psiquiatría, no solo como institución social organizada en un contexto determinado, sino también como disciplina científica.
La exagerada psiquiatrización de malestares de origen social, la inconsistencia y escasa utilidad de los diagnósticos psiquiátricos, la perniciosa influencia de la industria farmacéutica sobre los profesionales son aspectos que se analizan en profundidad desde el conocimiento y la experiencia que tienen José García-Valdecasas y Amaia Vispe dentro del mundo de la salud mental. Asimismo, presentan una amplia revisión de estudios científicos que cuestionan, con datos, un discurso triunfalista sobre los tratamientos psicofarmacológicos, que exagera beneficios y minimiza riesgos potencialmente graves.
La psiquiatría debe ser más útil y respetuosa con las personas que trata, debe tener en cuenta la sociedad en la que estas se desenvuelven y, de forma aún más urgente, debe ser lo menos dañina posible para todos. Esta meta puede parecer inalcanzable, pero no por eso se debe dejar de luchar por ella, sin miedo e incluso, si es preciso, sin esperanza.