Si me escuchara, me entendería
Jacques Salomé y Sylvie Galland
Editorial Sal Terrae
Colección Proyecto
Publicado en 2002
2ª edición
309 páginas
Rústica
Comunicarse, relacionarse, compartir…: nada nos parece más importante ni más esencial para la existencia. Una de nuestras aspiraciones más vitales y profundas es tener la sensación de estar vinculados a un conjunto más amplio, de ser reconocidos e identificados, de pertenecer a un grupo, a una comunidad de lengua… Pero en ninguna parte aprendemos a comunicarnos: ni en la familia ni, sobre todo, en la escuela.
Para comunicarse con los demás, lo primero es saber comunicarse consigo mismo: he ahí la idea fundamental de este libro, que nos enseña algo tan esencial como es encontrarnos con nosotros mismos y expresarnos tal como somos.
Con demasiada frecuencia, tanto en nuestras relaciones de familia como en nuestras relaciones amorosas o de amistad, caemos en la doble trampa de acusar al otro y de autoacusarnos a nosotros mismos. Este libro nos ofrece una serie de instrumentos prácticos para llegar a ser mejores “compañeros de nosotros mismos y de los demás”.