¿Cómo madura y se desarrolla el sueño? ¿Se ve influenciado por el medio que rodea al niño o por la maduración cerebral? ¿Hasta qué punto son importantes las rutinas familiares? ¿Pero si otros niños duermen bien, por qué el mío no?
Queremos que los niños duerman como los mayores, pero olvidamos que para dormir como un mayor ¡hace falta serlo!
Entre un 20 y un 30% de los niños presentan alteraciones del sueño que en muchas ocasiones pueden ser señal de trastornos tanto emocionales, de interacción o familiares, convirtiéndose en fuente de tensión, angustia e insomnio para los padres, dificultando el comportamiento y el aprendizaje para el niño.