Los relojes tienen un horario que cumplir trata del tiempo y de cómo se expresa su paso en las personas que comienzan a presentar un deterioro de cualquiera de sus funciones cognitivas.
Narrado a modo de historia y a partir de la transcripción de la entrevista del doctor Alzheimer a la primera persona diagnosticada con esta enfermedad –Auguste Deter–, repasa las funciones cognitivas, las repercusiones que puede tener su deterioro, qué es una demencia y por qué no se limitan a la enfermedad de Alzheimer.
Para acabar, ofrece una pincelada fotográfica sobre la relación, sujeta a veces a los caprichos de la enfermedad, que se establece entre los pacientes y los cuidadores, sus familiares. Un vínculo que, en esa pérdida continua marcada por el reloj, les permite aferrase a quienes fueron y aún son.