La violencia en el matrimonio y en las uniones afectivas, y el maltrato en niñas, niños y adolescentes no tienen edad ni estatus social y hoy, entre los adolescentes y jóvenes, cada vez son más crecientes las denuncias sobre noviazgos violentos. Es lamentable que uno de los patrones de la violencia sea el patriarcado existente en la sociedad, el "machismo" como tal, y esa creencia de que la mujer se encuentra subordinada al hombre.
Si bien transitamos una nueva era, todavía permanece la idea de que la mujer debe estar en el hogar, cuidando de los niños y niñas, haciendo las tareas domésticas y al servicio de las necesidades del hombre. Hoy la mujer trabaja, tiene sus ingresos, es a la vez una mujer que es mamá y que puede valerse por ella misma; sin embargo, muchas de ellas que son independientes quedan "atrapadas" en las telarañas de estos hombres perversos.