Las virtudes del fracaso

El fracaso está mal visto. Lo percibimos como una debilidad, un error. Pero este luminoso libro nos demuestra que el éxito rara vez llega sin ir acompañado de decepciones y frustraciones. Steve Jobs, J. K. Rowling o Thomas Edison vivieron incontables fracasos antes de conseguir su objetivo; Rafa Nadal se convirtió en campeón mundial de tenis gracias a que en sus comienzos perdió muchos partidos, como el que le enfrentó a Richard Gasquet, quien en cambio nunca llegó a destacar porque al principio siempre ganaba y no pudo aprender de sus errores.

Revisando estos y otros casos, y a la luz de las enseñanzas de Marco Aurelio, san Pablo, Nietzsche, Freud o Sartre, Charles Pépin nos invita a entender que no hay que evitar el fracaso, porque cada adversidad nos hace más lúcidos y combativos. Y que, además, a veces hay felices y curiosos accidentes detrás de muchos “errores”: la tarta de Tatin, el Viagra, las máquinas Nespresso o el velcro son buenos ejemplos de ellos. Por eso nos propone las claves para aprender a atreverse: aumentar la propia competencia, admirar la audacia de los otros, no ser demasiado perfeccionista y recordar que el fracaso sin audacia duele mucho.

Un pequeño tratado de sabiduría que nos muestra el camino hacia el auténtico éxito. Porque el error es la manera humana de aprender, y hay que reivindicarlo.