Esta obra es el desarrollo sistemático de los conceptos fundamentales del psicoanálisis humanístico anunciados en Miedo a la libertad y Ética y psicoanálisis, libros con los que Erich Fromm establece la continuidad de su pensamiento. Su tesis consiste en que las pasiones fundamentales del hombre no reconocen su origen en sus necesidades instintivas, como lo postuló Sigmund Freud, sino en las condiciones de la existencia humana. No busca, pues, explicar al hombre como un ser movido sólo por impulsos irracionales, sino como el producto de una larga evolución espiritual efectuada en el curso de la historia. Así, la psicología patológica vuelve a encontrarse con los problemas planteados por la ética humanística y trata de hallar en colaboración con ella la solución de los conflictos que agobian a la sociedad.
Rota la relación originaria de la fase prehumana, el individuo debe buscar una nueva posición ante la naturaleza, ante sí mismo y ante los demás. No lo conseguirá mientras no logre darle una finalidad auténticamente humana a la asombrosa libertad en que lo ha situado en los últimos siglos el adelanto material e intelectual. Porque lo cierto es que el hombre contemporáneo, tanto en los regímenes totalitarios como en las democracias capitalistas, se ha comportado como si tuviera "miedo" a esa libertad y buscara nuevos dioses a quienes sacrificar los frutos más preciados de sus esfuerzos. Devolverlo a sí mismo, salvarlo de su enajenación, es la tarea que ha de proponerse el pensamiento de hoy. Esta obra pasa del necesario diagnóstico preliminar de la sociedad enferma del siglo XX a una valiente propuesta de soluciones consecuentes con el conocimiento desprendido de su lúcido análisis.