El saber proscrito nos descubre la raiz de muchos de nuestros males originados durante la infancia y, en particular, analiza las ensefianzas que recibimos a tan temprana edad. En efecto, los adultos «sofocan» muy pronto en el niño los conocimientos que este adquiere del mundo, con el fin de imponerle, a su vez, la educación transmitida por otros adultos. La célebre psicoanalista suiza Alice Miller propone aquí un modo de prevenir y curar esos males, porque, así mutilado, el niño accede difícilmente «con naturalidad» a la madurez. Más aún, los obstaculos al desarrollo de su saber le llevan a creer que la vida está hecha de muros y alambradas, y, ya adulto, a parapetarse tras un cúmulo de prejuicios. Miller nos proporciona las claves para recuperar ese «saber proscrito» que sigue vivo, aunque reprimido, en cada uno de nosotros.