Una de las mayores ilusiones que compartimos los seres humanos es la fantasía del control y la seguridad. Sin embargo, la enfermedad suele aparecer de improviso o mostrando solo leves señales. Y ahí comienza un desconocido campo de experiencia en el que no solo el cuerpo, también la mente, están involucrados. Este libro se lo debemos a un médico, a un humanista, que ha convivido con la enfermedad desde el lado del que cura, atiende y ha visto el sufrimiento en el otro; pero también desde el lugar donde el sufrimiento es vivido en carne y mente propias.
El resutado es este libro intenso y sanador; a veces gélido, a veces tierno, que se convierte en una lectura imprescindible para toda persona que conviva con la enfermedad, bien como cuidador, bien como paciente.